Pentagrammaton Biorresonante de Alta Frecuencia Quántica Portatil.

Algunos de los principios teóricos que fundamentan esta tecnología de

Biorresonancia

BIO = vida.

RESONANCIA = Es el incremento de amplitud

que provoca la fuerza de una frecuencia natural aplicada sobre un sistema en el cual actúa.

Incluso en el aire que respiramos, existe una danza silenciosa pero constante de partículas. Cuando contabilizamos los miles de millones de átomos que componen nuestro cuerpo, descubrimos que colectivamente generan un campo electromagnético, un fenómeno fascinante conocido popularmente como "AURA". Este fenómeno fue conceptualizado de manera poética por Rupert Sheldrake, quien lo denominó "Campos Morfogenéticos".

(https://bit.ly/3uZoVGF) 

Todo en el Universo Vibra

Imagina un universo donde cada elemento, desde el más minúsculo hasta el más vasto, danza en un compás de vibraciones y resonancias. Eso es lo que somos, somos resonancia, somos vibraciones. Cada átomo que nos conforma se encuentra en un baile eterno, donde los electrones generan campos electromagnéticos llenos de frecuencias de información que resuenan e interactúan con otros campos cercanos.

Hoy comprendemos que existen cuatro fuerzas magníficas, sutilmente entrelazadas, que sostienen la estructura y forma de los átomos, infundiendo vida, armonía y belleza a la materia. Estas son la fuerza nuclear débil, la fuerza nuclear fuerte, la fuerza electromagnética y la fuerza gravitacional.

Esto significa que somos mucho más que meras partículas amontonadas, no somos simplemente un castillo de arena construido al azar. En cambio, somos una sinfonía de fuerzas que interactúan y resuenan, manteniendo un equilibrio delicado que da forma y sentido a nuestra existencia.

Así que recuerda, somos mucho más de lo que podemos ver o tocar. Somos una coreografía constante de energías, un testimonio de las maravillosas fuerzas que dan vida a nuestro universo. ¡Celebremos la danza cósmica que somos!

La En la coreografía cósmica de nuestro universo, las vibraciones interactúan con estas fuerzas y se organizan de manera armónica, dando origen a formas intrincadas y equilibradas (geometría fractal). Este maravilloso fenómeno es, en parte, explicado por La Teoría de Cuerdas de la Física Cuántica.

Observa la perfección de una flor, la precisión de un panal, la majestuosidad de un bosque, la grandeza de una montaña. Todo esto no es más que el resultado de una danza cósmica, una sinfonía de átomos vibrando en armonía, fuerzas entrelazadas y vibraciones que infunden un sentido resonante a cada forma.

Y, lo que es más asombroso, nuestro cuerpo es un microcosmos de este baile universal. Hoy, podemos afirmar sin lugar a dudas que nuestro cuerpo está constantemente intercambiando información a velocidades que rivalizan con la luz, incluso si no somos conscientes de ello.



Además, es importante recordar que nuestro cuerpo tiene la increíble capacidad de organizar o desorganizar su propia información, dependiendo de cómo resuena y reacciona a diversos elementos externos, ya sean naturales o artificiales. Somos más que seres físicos, somos seres vibrantes, y cada vibración tiene el potencial de afectarnos de formas profundas e inesperadas.

Desde los albores de la civilización, los grandes pensadores griegos se adentraron en profundos cuestionamientos sobre el sentido de la existencia, el propósito de ser, y las raíces del universo y la vida.

Los racionalistas, los atomistas, y otros filósofos presentaron teorías audaces y perspicaces que, mediante su aguda contemplación, lógica y observación de la naturaleza, empezaron a desenmarañar los misterios de la energía y la materia. Estas ideas tempranas plantaron las semillas del conocimiento que hoy atesoramos.

Los pitagóricos, por ejemplo, decodificaron el universo a través del lenguaje universal de las matemáticas. Un testimonio de la intrincada belleza que yace en la armonía numérica y sus patrones ocultos.

Platón, por otro lado, aportó una visión fascinante, sugiriendo que las leyes geométricas son responsables de la organización de la materia, esculpiendo su forma y estructura. Este pensamiento, un eco de la simetría y orden que observamos en la naturaleza, refuerza la idea de que somos mucho más que simples partículas: somos el resultado de una danza de fuerzas y formas que sigue un patrón armonioso y bellamente estructurado.

Aunque la ciencia ha hecho grandes avances, aún nos queda un vasto camino por explorar para descifrar los diversos misterios de nuestra realidad. Aunque no tenemos respuestas definitivas a las preguntas más fundamentales, sí sabemos una cosa: “Todo en el universo resuena, se organiza, armoniza o se sumerge en el caos para resurgir de nuevo.”

Gracias a la biorresonancia cuántica, hemos comenzado a descubrir cómo el cuerpo, la mente y el espíritu se coordinan a través de sutiles órdenes resonantes, permitiendo a nuestro organismo recuperar su capacidad inherente de autorregulación y armonía.

En nuestra era moderna, la avalancha de influencias antinaturales puede perturbar fácilmente nuestro equilibrio físico y mental, sin mencionar nuestro equilibrio espiritual, que representa nuestra conexión con niveles superiores de conciencia e información. Es esencial recordar y cultivar esta conexión para mantener nuestro bienestar, equilibrio y dar sentido a nuestra existencia en medio del caos del mundo moderno.

Un Pentagrammaton con vocación científica

Las vibraciones y resonancias tienen un impacto innegable en nuestras vidas, algo que ha sido corroborado por varios estudios notables. El renombrado Dr. Luc Montagnier, ganador del Premio Nobel por su trabajo sobre el VIH, realizó un experimento fascinante en 2014 junto con la Universidad de Sorrento en Italia. En este estudio, demostró que el ADN de la frecuencia del virus del VIH podría ser transmitido al agua limpia, solo con la información del virus, sin necesidad de contacto físico.. (https://bit.ly/3uKhpiE)

Del mismo modo, el Profesor Masaru Emoto reveló a través de múltiples experimentos omo el agua es influenciada por nuestras emociones. Al observar la formación de patrones geométricos o cristales cuando el agua se congela, Emoto pudo evidenciar la transmutación que sufre el agua cuando es expuesta a pensamientos y emociones positivas, o su deformación ante las vibraciones negativas. (https://bit.ly/3uRg09O)

Nuestro cuerpo, compuesto en un 70% por agua, está, por ende, sujeto a la influencia de estas resonancias. Aunque los clústeres de agua pueden almacenar información, ahora sabemos que esta misma información puede resonar en una tarjeta cargada electromagnéticamente y producir las mismas influencias positivas con las que la carguemos. Esto abre un mundo de posibilidades para promover el equilibrio y la armonía en nuestras vidas.

¿Sabías que uno de los métodos para crear la tintura madre utilizado en los famosos remedios florales del Dr. Bach, inventados en 1920, se llama solarización?

Este método es sencillo y efectivo, ya que implica colocar ciertas flores en un recipiente con agua y dejarlo al sol durante tres horas. De esta manera, se extrae la tintura madre, de la cual se utilizan tres gotas diluidas en agua como tratamiento.

El ejemplo de Edward Bach me ayudó a comprender que el secreto homeopático reside en dos elementos vitales presentes en la naturaleza, el agua y el sol, que al igual que su método Podemos activar los códigos de nuestras tarjetas y que al beber estas gotas se provoca la respuesta que buscamos en nuestro organismo.